Alas 00:30 horas del domingo, cuando todo el Betis dormía en el hotel NH de Madrid, Víctor Fernández reflexionaba en la recepción del hotel. En soledad. Estaba abatido, sin encontrar explicación a la derrota en Son Moix. Nueve horas después, en el AVE, no estaba mucho mejor. Sólo su experiencia lo tranquiliza, aunque él mejor que nadie sabe que ya está cuestionado: "Entiendo este juego. Llevo muchos años entrenando. Prefiero que las miradas se dirijan a mí y que dejen tranquilo al equipo". Oficialmente, el Consejo de Administración y, sobre todo, Lopera, lo respaldan, pero el fútbol posmoderno es la selva. Por eso algún entrenador ya se ha ofrecido al presidente verdiblanco. "No he hablado con el presidente aún", dijo por la mañana el entrenador verdiblanco, inquieto por la reacción de la grada en el choque de mañana ante el Murcia. Más que por él, por sus jugadores (poco experimentados en algún caso). "El partido ante el Murcia es muy importante. Necesitamos el apoyo de la afición. Cualquiera que haya visto el partido contra el Mallorca y el Depor sabe que merecimos más".
Y, aunque fuera pura pose (porque lo está pasando mal), su discurso no pierde vigor: "Estoy animado, con fuerza para seguir adelante. Soy consciente de que estamos en una situación bastante difícil, pero vamos a salir de esto. Espero que esto sea transitorio y pronto podamos darle la vuelta a esta dinámica". Si no lo consigue, ya hay un nombre encima de la mesa: Lorenzo Serra Ferrer. En Mallorca llevan varias semanas anunciando su posible regreso al Betis. El domingo vio el partido en Son Moix. Tiene la espina clavada del Barcelona. Pero todo está en manos de Víctor y de los resultados. Es la ley del fútbol.
Ángel Martín: "Tenemos total confianza en el trabajo que está desarrollando el técnico"
En el plano institucional, Víctor puede sentirse tranquilo. El vicepresidente del Betis, Ángel Martín, respaldó al maño: Tenemos total confianza en nuestro entrenador. No nos hemos planteado el cambio de entrenador porque estamos satisfechos con la labor desarrollada por Víctor Fernández. Él estaría ahora mismo en otra tesitura, más tranquilo y relajado, si sus jugadores no hubieran fallado los goles que han fallado. Es algo que no depende del entrenador, sino de que un señor meta la bola o no la meta, pero Víctor Fernández tiene toda la confianza del consejo de administración del Betis. El mensaje es de confianza absoluta, en tanto que, aunque estamos en una zona de la tabla que no nos gusta. Tampoco estamos tan lejos de esa otra en la que queremos estar. En cuanto se ganen dos partidos se subirán bastantes puestos. El equipo no mereció perder sino que debió ganar con claridad".
