Las causas de la muerte de Marco Pantani se aclararán hoy con el resultado de la autopsia. Ayer, el misterio continuaba envolviendo su fallecimiento. Las contradicciones se encadenan. Por un lado, el fiscal de Rimini, Paolo Gengarelli, descartó el suicido. Sin embargo, el funcionario de la polícia Sabato Ricci anunció que al menos una decena de cajas de ansiolíticos de cuatro marcas distintas, algunas vacías y otras apenas empezadas, habían sido descubiertas en la habitación del hotel donde fue hallado el cuerpo del ciclista.

El atestado del médico forense, Francesco Toni, se limitó a certificar que su muerte fue debida a "un paro cardíaco", pero su naturaleza está todavía sin determinar. La autopista dictará hoy si falleció por la ingesta de un elevado número de psicofármacos, lo que reabriría la hipótesis del suicidio, o por los efectos de la mezcla de algunas pastillas tomadas sin ánimo de dañarse durante varios días. Entre los medicamentos encontrados estaban el ansiolítico Control, el antidepresivo Surmontil y el hipnótico y sedativo Flunox.

"Nadie ha hablado de suicidio y yo lo excluyo. No me consta", apuntó Gengarelli. "No se ha encontrado en la habitación nada significativo para las investigaciones. Usaba ansiolíticos por prescripción médica. Las cajas las había traído consigo".

El último contacto de Pantani con el mundo exterior confirmado por la Polícia fue una llamada de teléfono al portero del hotel, sobre las 11:00 de la mañana del sábado. Una hora antes, la mujer de la limpieza había recibido una contestación desde el interior tras llamar a la puerta. El último contacto personal, sin embargo, fue la tarde del viernes, poco antes de ir a dormir, cuando estuvo hablando con dos jugadores del equipo de baloncesto Rimini, Bruno Labaque y Roberto Gabini, que ocupaban las habitaciones colindantes.

Murió a las 16:00 h. Gengarelli certificó que la muerte se produjo en torno a las cuatro de la tarde del sábado, aunque el cadáver no fue hallado hasta las 21:30 horas por el portero. Pantani había ingresado en este hotel de Rimini el 9 de febrero. "Desde ese día había llevado una vida casi de total clausura, saliendo sólo para la comida, aunque a menudo se la servían en la habitación. Vivía casi aislado y sin móvil", dijo el fiscal.

Enzo Vicennari, jefe de redacción de la revista Bicisport y amigo personal de Pantani, reveló que el ciclista tenía previsto viajar el 27 de febrero a una comunidad para la recuperación de tóxico-dependientes. "Una serie de amigos, entre ellos Mario Cipollini, estábamos trabajando para que Marco se curase".

Pantani ha incrementado la lista negra de los últimos 13 de meses, en los que han muerto súbitamente los profesionales Fabrice Salanson (3 de junio), José María Jiménez (7 de diciembre) y Denis Zanette (11 de enero de 2003), y los amateur Johan Sermon (también este último sábado) y Marco Rusconi (16 de noviembre).

El deporte italiano se vistió de luto

Italia celebró su domenica sportiva de luto y bajo el tremendo impacto que causó la muerte de Marco Pantani, uno de los deportistas más admirados en el país transalpino a pesar de los problemas que tuvo en los últimos años de su carrera. Todos los medios de comunicación, impresos y audiovisuales, dedicaron en sus ediciones de ayer grandes espacios a esta insospechada tragedia.

Uno de los deportes donde más se sintió el adiós de Pantani fue en el calcio y, concretamente, en el Milán, del que Pantani era un conocido tifoso. Por eso la squadra rossonera jugó con brazaletes negros en su visita a Lecce. Adriano Galliani, vicepresidente milanista, señaló que "es un día de gran luto para todo el deporte italiano. Ha muerto trágicamente un grandísimo campeón que ha dado lustre al ciclismo y un gran seguidor milanista".

Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea y también un gran amante del ciclismo, se mostró impresionado por la noticia y muy parco en sus declaraciones: "Ante la muerte es mejor estar silencioso. Hay que respetar este dolor y este luto".

Uno de los detalles más bellos de la jornada lo tuvo el portero francés del Parma Sebastian Frey. Responsable de la victoria de su equipo en Siena (1-2) dedicó el triunfo a Pantani: "No era amigo íntimo suyo, pero nos habíamos visto cuatro o cinco veces. Era muy dulce y sensible. Pantani ha hecho historia en todo el mundo y en Francia era más famoso que en Italia, pero no tuvo una vida fácil".