Bronce sobre ruedas

Atenas 2004 | Ciclismo en pista

Bronce sobre ruedas

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Escobar repitió en persecución junto a Torrent, Maeztu y Castaño

Guillermo Ferrer caminaba junto a los vencedores del día sin medalla y sin corona de olivo, pero con la misma sonrisa. El alicantino es el quinto hombre, el suplente de persecución por equipos. El bronce conquistado ayer no colgaba de su cuello, pero estaba igual de implicado. Ferrer se ha sacrificado tanto como Sergi Escobar, Carles Torrent, Asier Maeztu y Carlos Castaño, el cuarteto que ayer batió a Alemania en la lucha por el tercer puesto.

Los dos secretos del equipo español de persecución los encarna Ferrer. Por un lado, la cohesión del grupo, como bien definía Sergi Escobar: Me ilusiona este bronce, porque lo he ganado con unos amigos. Por otra parte, la importancia de cada eslabón de la cadena. El creador del milagro es Jaume Mas, el hombre que supervisa cada detalle. Vaya un ejemplo: la cadencia utilizada es de 126 pedaladas por minuto y se entrena con series de 5 kilómetros con un desarrollo de 51x15. Nada se deja al azar.

En decidido progreso. El trabajo está dando resultados. Desde hace tres años, España ha progresado siete segundos. El líder del cuarteto es el culé Sergi Escobar, ciclista amateur del Barcelona, que ayer repitió la medalla de bronce que ya había logrado el sábado en persecución individual. Sólo otros dos deportistas habían conseguido antes dos medallas en una edición de los Juegos Olímpicos: el piragüista Herminio Menéndez (plata y bronce en Moscú 80) y la tenista Arantxa Sánchez (plata y bronce en Barcelona 92 y en Atlanta 96).

España estuvo perdiendo el podio durante algo más de la mitad de los 4.000 metros, pero resultó una estrategia. Alemania salió muy fuerte y en la vuelta inicial ya tenía 1,189 segundos de ventaja. El día anterior había marcado peores tiempos y sabía que su única posibilidad de vencer era provocando el error español. Pero Escobar y sus chicos no se inquietaron. Los pupilos de Mas también tenían su táctica: mantener un ritmo constante y esperar el derrumbamiento germano. Al paso por el 3.000, ya habían cazado la medalla.

Carles Torrent recordó a su padre fallecido

Carles Torrent cruzó la meta y apuntó con el dedo índice hacia el cielo. Era la dedicatoria a su padre, Andreu, que falleció el pasado 15 de mayo. El ciclista catalán acababa de llegar a su casa de disputar con su equipo profesional, el Paternina-Costa de Almería, una carrera en Portugal, el GP Mitsubishi, donde se adjudicó una etapa. Pocos días después se marchó a una concentración de pista a Valencia para preparar el Mundial de Melbourne. Allí ya pude dedicarle el bronce y aquí repito con la misma medalla. Me he acordado mucho de él y me ha dado fuerzas. Sé que quería que triunfara y ojalá me esté viendo, explicó Carles Torrent. Asier Maeztu estaba en una situación parecida a la de Torrent, porque su abuelo, Braulio, también murió hace un mes y medio. No pude ir a su entierro porque estaba en Valencia concentrado. Quizá por eso le he tenido incluso mucho más presente estos días, explicó el ciclista guipuzcoano.