Las anfetaminas mataron al británico Tom Simpson

Ciclismo | Subida al Naranco

Las anfetaminas mataron al británico Tom Simpson

Las anfetaminas mataron al británico Tom Simpson

Murió en el Mont Ventoux en el Tour de 1967

Tour de Francia de 1967. Día 13 de julio. 13ª etapa entre Marsella y Carpentras, sobre 211 kilómetros. El Mont Ventoux esperaba al pelotón a 42 grados de temperatura. Un español, Julio Jiménez, coronó la cima ajeno a lo que ocurría por detrás. El inglés Tom Simpson, campeón del mundo en 1965, se había desmoronado. Murió allí mismo, en el puerto de paisaje lunar, por culpa de una mezcla explosiva: anfetaminas, coñac y un calor asfixiante.

Simpson cayó al suelo. Algunos espectadores le subieron en la bici, pero apenas iniciado el pedaleo, el inglés se desplomó y perdió el conocimiento. No despertó jamás. Se le aplicó el boca a boca y máscara de oxígeno. Nada. Aún vivo, un helicóptero le trasladó al hospital de Avignon, donde falleció de colapso cardíaco. Felix Levitan, director del Tour, se subió a una silla en la sala de prensa a la 15:14 horas y comunicó la noticia. Desde entonces es inevitable la sombra del dopaje en cada desgracia ciclista.