¿Contento por el bronce o triste por no haber logrado el oro?

Estoy muy contento, porque esta medalla es el remate a una gran temporada. Quiero dar las gracias a todos mis compañeros de la Selección, que han hecho un trabajo fenomenal.

Sobre todo, Samuel Sánchez.

Muy especialmente Samuel, sí. Sin su maniobra final no hubiera podido ganar la medalla. La carrera se ha decidido ahí.

¿Cómo ha sido ese final?

Llegábamos en un grupo grande, donde había muchos sprinters. A falta de 700 metros o así, Samuel me dijo: "Sígueme". Se ha puesto a tope, porque es un corredor que traza muy bien las curvas Hemos dado dos bandazos, a derecha y a izquierda, y sólo nos han podido seguir dos corredores: Bettini y Zabel. Eso puede dar una idea de la genialidad de Samuel. La medalla ha sido gracias a él.

Samuel le dijo que sprintara con el piñón 12, pero al final lo hizo con el 11. ¿Por qué?

Bueno, es cierto que a falta de cuatro o cinco kilómetros me dijo que quitara el 11 para el sprint, pero al final íbamos muy rápido y, no sé, decidí continuar con ese piñón.

¿Y le ha afectado llevar el 11?

La verdad es que sí me he quedado atrancado.

Con 26 años, ya tiene usted dos platas y un bronce. Sólo le falta una medalla.

Sí, sólo una. Ya tenía dos medallas de plata y ahora ésta de bronce, así que sólo me falta el oro para completar la colección. Tres podios en cuatro Mundiales no está nada mal. Y en el otro quedé sexto lanzando a Freire hacia la victoria.

Las clásicas Flecha Valona y Lieja, segundo en la Vuelta, líder del ProTour, bronce en el Mundial ¡Vaya temporada!

Sí. He estado en la Vuelta al cien por cien y he acabado segundo. Aquí, bronce. No se puede pedir más. Doy lo máximo para alegrar a los muchos aficionados que me siguen, para continuar demostrando que este deporte es muy bello, a pesar de que haya gente que pueda pensar lo contrario.

Y ahora, ¿qué hará?

Quedan tres clásicas, Zúrich, París-Tours y Lombardía. Tengo que hablar con Eusebio Unzué, para ver qué hacemos, porque el maillot blanco del ProTour ya lo tengo prácticamente asegurado y, la verdad, ya voy necesitando unas vacaciones.