Después de la renuncia de Allyson Félix, que finalmente hará 200 y los dos relevos a instancias de su entrenador, Bob Kersee, el favoritismo del hectómetro femenino se concentra ahora en la estadounidense Torri Edwards y la jamaicana Verónica Campbell. En 2007, nadie ha corrido más rápido que los 10.89 de Campbell, compañera de entrenamiento en Arkansas del veloz Tyson Gay, Wallace Spearmon y el encarcelado técnico Lance Brauman. Pero Edwards va sólo una centésima por detrás (10.90) y, además, llega a los Mundiales de Pekín galvanizada por el sabor de la venganza.
Nikethamida. Entre 2004 y 2005, Torri Edwards, pareja del vallista Allen Johnson y entrenada por John Smith, sufrió una suspensión de 15 meses por dopaje a causa de haber ingerido tabletas de Nikethamida, por un error de su masajista en La Martinica: la misma USADA, Agencia Estadounidense contra el Doping, acabó admitiendo el error y las circunstancias, pero Edwards se perdió los Juegos Olímpicos de Atenas y los Mundiales de Helsinki. Su entrenador, John Smith, fue despedido de su cargo técnico en UCLA, la Universidad de California en Los Angeles.
Curiosamente, Edwards se proclamó campeona mundial anteriormente en la cita de París, en 2003, gracias al positivo de Kelli White, que ganó el título en la pista, y entonces tuvo palabras durísimas contra White: "Ha sido muy duro no haber podido disfrutar de mi triunfo en la competición, y no sé si podré olvidarlo alguna vez", dijo por aquel entonces Torri.
Lauryn Williams, vigente campeona mundial desde que subiese a lo más alto del podio en la cita de Helsinki en 2005, podría colarse entre Edwards y Campbell. Mientras que Carmelita Jeter y Mechelle Lewis completan el cuarteto de velocistas estadounidense. También hay que seguir a Debbie Ferguson (Bahamas), la belga Kim Gevaert, campeona de Europa, y las búlgaras Lalova y Naimova.
