Macarena Aguilar reaparece para tumbar a las rusas

En uno de esos partidos emocionantes, como corresponde a un Europeo con los mejores del mundo en liza, España ganó por la mínima a Rusia (25-24), y con el triunfo consigue matemáticamente la clasificación para la siguiente fase cuando aún le queda el partido del jueves ante Hungría. Y lo mejor, pase lo que pase, llegará con puntos, dos al menos, a la lucha por entrar en la liguilla de octavos de final.

Ganar a las rusas ya se sabía complicado, porque estas jóvenes del este atesoran una gran condición física, más altas y grandes que las españolas. Pero a las Guerreras hace tiempo que les gusta lo complicado, y aunque en este choque hubo momentos para los dos equipos, la realidad es que impuso la paciencia del equipo de Jorge Dueñas, sabedor de su inferioridad en el tiro de nueve metros, buscó y buscó la penetración por los seis meses donde forzó 11 penaltis, porque casi la mitad de los goles de España (10 de 11) llegaron desde los siete metros, con Carmen Martín redondeando una clase magistral de recursos con sus nueve tantos sin fallo desde la línea.

Rusia se fue al descanso con un gol de renta porque a España le hacían daño las exclusiones dado que sin el seis completo le resultaba más complicado mantener la intensidad contras las rusas, que acababan bien por los extremos. También tuvo un hándicap con las pérdidas de balón, aunque la astucia de las nuestras sacó muchas faltas de ataque de las rusas que acabaron equilibrando ese apartado.

Curioso: cuando Rusia parecía que estaba a punto de romper el partido (13-16) surgio el genio español para colocarse con un 18-16 pese a los dos primeros minutos de exclusión de Barbosa, que acabaría con tarjeta rojo por tres exclusiones. Macarena Aguilar, que había entrado en el final de la primera parte cuando pintaban bastos para hacer su debut, también jugó en la segunda para mantener las diferencias, para crear problemas, parea acompañar a Marta Mangué en la creación ofensiva española, la mejor jugadora del choque.

A diez minutos del final España ya ganaba por dos goles, y mantuvo la diferencia hasta el final, con cabeza, y, también aprovechando los errores de las rusas, que en la recta final jugaron mal sus bazas.