Parecía una sirena de cabellos rubios metida en faena en una selva de hombres de cuyas bocas sólo salían cuatro palabras: AS, fútbol, Real Madrid y Centenario. Patricia Conde es de esas mujeres que parecen de catálogo. Con esa mirada ingenua y picantona a la vez, esa altura inusual en su sexo (calculo entre 1,81 y 1,83 metros) y un humor muy pucelano como gancho para seducir al entrevistado, la famosa y atractiva Chica del Informal de Tele 5 causó furor.
Madrugó más que nadie. A las 12.15 horas ya estaba por las inmediaciones del Círculo de Bellas Artes. Un escenario perfecto y descriptivo para una periodista tan intrépida y bien rematada. Ataviada de manera informal (¡qué mejor homenaje al programa para el que trabaja!), Patricia Conde fue tomando posiciones en una fiesta que se rindió a su belleza y a su destreza con el micrófono. Con sus vaqueros de importación, no excesivamente ceñidos, su cinturón blanco (color perfecto para la ocasión) y su sonrisa profidén, la novia de Carlos Moyà (¡chaval, tú sí que sabes!) dio la nota de glamour y profesionalidad en una cita en la que AS puso en marcha el motor del Centenario del más grande, del mejor del siglo XX, del Club que aspira a paralizar el fútbol mundial en el año 2002: el Real Madrid.
Valdano fue la primera víctima de Patricia, la secuestradora de voluntades y miradas, no siempre bien disimuladas por los 300 invitados a la gala. "Jorge, ¿cómo definirías las tres últimas semanas del Madrid?". Valdano, cortito y al pie: "Abruptas".
Butragueño lució la mejor de sus sonrisas para torear con arte las preguntas inquisidoras de la bella Patricia. "Emilio, te han sacado en la obra de AS la foto de tu destape en un partido con el Madrid". El nene, que no es un buitre con las mujeres, salió del envite como pudo: "Seguro que hay fotos mucho mejores en estos libros". Del Bosque, un clásico, estuvo genial. "¿Querrá el míster hablarme esta vez?". Vicente se giró, se topó con ella y se dio la vuelta aterrado. No será por falta de atributos...
Patricia, qué lista, reparó en el perfecto conjunto violeta de Martín Vázquez, el tipo más técnico y elegante de la Quinta del Buitre. Estuvo educado y correcto con ella. ¡No me jodas, Rafa!
