El nulo sobre 2,36 de Rybakov, el mejor saltador de altura ruso, lacró con sello de oro un triunfo extraordinario: el de España en el Europeo indoor. La selección firmó 11 medallas: cinco oros (Manuel Martínez, Alberto García, Raúl Fernández, Glory Alozie y Marta Domínguez), tres platas (Pentinel, Lamela, Higuero) y tres bronces: España, Reina y el 4x400, en donde Canal, descansado tras su descalificación, completó una segunda posta deslumbrante. Así, el equipo de España al margen de Alozie, estos apellidos no son precisamente escandinavos lidera el medallero por mínima ventaja en platas (3-2) sobre Rusia, que consiguió una docena de medallas, pero de menos calidad: si Rybakov, bronce al fin, llega a meter la platita entre los suecos Strand y Holm, los rusos hubiesen rebasado a España. Terceros, los agresivos polacos.
"Este es el atletismo español, éste es nuestro atletismo", exultaba el presidente Odriozola antes de recoger la bandera de estos Europeos bajo techo que en 2005 llegarán a Madrid. Entre murmullos bajo cuerda de ingleses, alemanes y rusos, que siguen preguntando por Muehlegg, España rubricó un campeonato pleno de satisfacciones, con alguna decepción mínima: la descalificación de Canal o el fallo de la autopresionada Montaner.
La jornada de ayer fue un apéndice al sábado de gloria: Marta Domínguez defendió su suerte y su oro en una carrera agreste como las campas palentinas donde se entrena con un diamante prendido en los dientes: un puñal entre los colmillos, con el que destazó a las rusas y, finalmente, a Carla Sacramento, que se entrena en Madrid (Pascua Piqueras). En 800, el sevillano Reina destrozó el viejo récord español de 800 (1:46.53, L. J. González), para colgarse el bronce en 1:45.25. Reina corrió a muerte tras el campeón mundial, Bucher, que perdió el oro en las ancas del polaco Czapiewski, tercero en Edmonton. Al final, cuando Rybakov ya no podía saltar más, el 4x400 español apartaba del podio al equipo ruso con otro bronce y otro récord de España: 3:06.60, casi cuatro segundos mejor que el de París 91. Ahora, hay que tener claro que Europa mira de reojo a España. En todos los sentidos...
Dos récords mundiales. En la última jornada del Europeo indoor vienés, cayeron dos récords mundiales, en pértiga y 800 metros femeninos. La rusa Feofanova subió el de pértiga hasta 4,75. Y en una carrera apasionante de 800, en la que la española Mayte Martínez fue cuarta abrasándose el pellejo en su plongeon final en busca del bronce, la eslovena Jolanda Ceplak voló en cuatro vueltas: 1:55.82 para batir a la gran favorita local, la austríaca Steffi Graf, cuyos 1:55.85 también mejoraban el tope mundial anterior: 1:56.40 (1988) perteneciente nada menos que una campeona de la RDA, Christine Wachtel.
