Están en la cima.

Sí... bueno. En el entorno del equipo existe euforia, pero nos esperan 90 minutos muy duros en Auxerre. Si no jugamos concentrados, nos echarán a las primeras de cambio.

¿Son conscientes de lo bien que se lo hacen pasar a la gente?

Me imagino que sí, pero lo bonito sería estar arriba a final de temporada. Hasta ahora todo está siendo bonito y armonioso. Eso gusta.

A mucha gente eso le preocupa. Piensan que, al final, por querer abarcar tanto se quedarán sin nada...

No podemos pensar que si ganamos partidos vamos a jugar y a cansarnos más. Es absurdo.

Media temporada en Francia. ¿Conoció el infierno del Abbé Deschamps?

No llegué a jugar allí.

Pero más o menos sabrá...

Por las referencias que tengo, la gente empuja mucho... habrá presión. Además, seguro que hace frío...

Dicen que es una caldera, pero el Auxerre falla mucho allí...

Es que los campos no ganan los partidos. Puede reactivar anímicamente a un equipo, pero nada más.

¿Qué partido imagina?

Apretarán desde el principio, además muchísimo, la gente estará muy encima... Hay que mantener la serenidad los 15 primeros minutos para frenar su avalancha. Si hacemos eso, marcaremos un gol seguro.

Dos nombres por encima de todos en el Auxerre. Guy Roux y Cissé.

No sé gran cosa de Roux, pero es un emblema en esa entidad. Su larguísima trayectoria es impecable.

Y Cissé, ¿es tan buen proyecto de futbolista como dicen?

Sí. Seguro que acabará en uno de los grandes de Europa. Para su edad, tiene unas condiciones estupendas. Potente, rápido, técnico. No tardará mucho en salir de Francia.

¿Aún recuerda el palo del Girondins en la ‘maldita’ tercera ronda?

No jugué aquella eliminatoria por lesión. Me gustaría aportar mi granito de arena para hacer historia.

Pero sí se acordará de aquel partido en Kaiserslautern. Y esos alemanes también eran duros.

Sí. En aquella época el Kaiserslautern era un equipo de moda, durísimo. Pero ahora hay el aliciente es pasar una ronda histórica.

¿Motiva, ilusiona o presiona que la final sea en Sevilla?

No es una obsesión jugar la final en Sevilla. No sirve de nada pensar en eso cuando nos faltan cuatro o cinco eliminatorias. Será especial cuando llegue en su momento, pero no ahora. Queda mucha camino.

Rompe una barrera psicológica.

Sí, es cierto que este es el examen de una asignatura pendiente.

Y usted, ¿se ha reencontrado ya consigo mismo?

Sí. Ya en Montjuïc me fui encontrando mejor. A ver si sigo así.

¿Me dice cuánta paga por un gol en Francia?

Daría mi prima por marcar en Auxerre. Ilusionaríamos a mucha gente y eso nos encanta.

Aunque parece que los dioses no le dejan marcar...

No tuve suerte con Argensó el otro día. Estaba vendido, pero tuvo un poco de suerte. Y el gol anulado...

...Y el día del Atlético se lo anularon. Pero lo bueno es lo bien que reparten ustedes los goles.

Eso es importantísimo. Si te fijas, los equipos que están arriba a final de temporada se reparten muchos los goles. No puedes depender de alguien para luego echarlo de menos.

El viernes salió en defensa de Joaquín y habló de sus problemas, el domingo lo expulsan. ¿Le está pudiendo la presión?

Hay que dejarle tranquilo. Que juegue y, si luego llega el momento de renovar, que renueve. Todo está en armonía y la gente debe estar con él.