Carlos Gurpegi pasó control antidoping al término del partido Real Sociedad-Athletic (4-2). Era el 1 de septiembre y se jugaba la primera jornada de Liga. Esa muestra resultó positiva y no se supo hasta el pasado 10 de diciembre, cuando lo hizo público el Athletic de Bilbao. Durante estos tres meses y medio de silencio, Gurpegi pudo jugar las 13 jornadas que van de de Liga, entre otras cosas porque el laboratorio antidoping de Madrid, dependiente del Consejo Superior de Deportes (CSD), no analizó la muestra hasta primeros de noviembre.
La comunicación del positivo no llegó a la Federación Española de Fútbol hasta el 28 de noviembre. Convocó entonces a su comisión antidoping, formada por Alfonso Moreno, José Antonio Casajús, Juan Hornero, González Ruano, Linacero del Castillo y Bernardo Marín. Éstos decidieron trasladar el comunicado al Athletic de Bilbao, que quiso hacer pública la noticia el pasado día 10, sin esperar al resultado del contraanálisis, cuyo resultado es el único que da validez al positivo, y que se realizará el próximo martes.
La tardanza
¿Qué ha sucedido para que tardase tanto en saberse? ¿Qué ha sucedido para que Gurpegi jugase 13 partidos de Liga, más dos de Copa, mientras su orina con el metabolito de la nandrolona permanecía congelada a la espera de ser analizada? Pues que las muestras de ciclistas, atletas, piragüistas y de no se sabe quién más, procedentes del laboratorio de Praga, tenían prioridad. A nadie se le ocurrió, ni desde la Federación ni desde el CSD, meter prisa a los análisis de un deporte profesional que mueve mucho más dinero, muchos más aficionados, que ningún otro, y a nadie pareció importarle la posibilidad de que, si se detectara algún positivo, la tardanza motivara la adulteración de una competición que está sujeta a la misma normativa de los otros deportes pero que, sin embargo, es la última de la lista para pasar los obligados controles.
Juan Antonio Gómez Angulo, secretario de Estado para el Deporte y presidente del CSD, asegura que "los técnicos del laboratorio han actuado respetando los respectivos plazos establecidos por las federaciones y han cumplido, por tanto, conforme a la normativa vigente. El problema en este caso no está en la forma, sino en el fondo, y el fondo no es otro que el que ha habido un presunto positivo".
La orina de Gurpegi se recogió el 1 de septiembre y llegó al laboratorio dos días después, precintada y envasada, de la mano de una empresa de mensajería. Fue congelada porque no estaba previsto que se analizara de inmediato, como tampoco ninguna otra muestra que llegara de la Federación Española de Fútbol. Esos días la prioridad la tenía la Vuelta a España porque el resultado de los análisis tenía que conocerse en un plazo de 24/48 horas por exigencia de la Unión Ciclista Internacional, que así podría tomar medidas en caso de que un corredor diera positivo, cautela que, sin embargo, no se le ocurre hacer a la Federación de Fútbol durante la Liga.
"No se trata de que para el laboratorio los análisis del ciclismo tengan prioridad sobre los del fútbol", dice Guillermo Jiménez, director general del CSD y presidente de la Comisión Antidoping. "La prioridad la dan los propios solicitantes. Unos nos dicen que tienen que saber los resultados en un día, en una semana, en un mes, o simplemente no ponen fecha, como sucede con las muestras de la Liga que nos envía el fútbol. Entonces el laboratorio, de acuerdo a las peticiones, planifica el trabajo. Otra cosa es que a la vista de lo sucedido haya que poner plazo a todos los análisis".
Inundaciones en Praga
Recuerda Jiménez que septiembre fue un mes en el que se acumuló el trabajo en el laboratorio, única razón por la cual tardaron tanto en analizarse las muestras del fútbol: "A la Vuelta hubo que añadir los análisis de la Copa del Mundo de atletismo, de los Mundiales de remo, de piragüismo, y encima el laboratorio tuvo que hacerse cargo de parte de los encargos que tenía el de Praga, que había quedado inutilizado por las inundaciones". La orina de Gurpegi, mientras, seguía congelada, a la espera de que una máquina quedara libre.
Pasó también octubre y la muestra de Gurpegi fue analizada, por fin, en noviembre. Cecilia Rodríguez, subdirectora general del CSD, de quien depende directamente el laboratorio, asegura que la demora no afectó lo más mínimo al resultado de la muestra: "En cuanto la recibimos se congela y entra en una cadena de custodia si no va a ser analizada de inmediato. por lo que se conserva en perfectas condiciones".
