Cuando el pasado dos de octubre el Real Madrid encajó tres goles en su visita al AEK de Atenas, todas las miradas se dirigieron hacia la pierna izquierda de un futbolista que ya había dejado grandes destellos de clase en su paso por el fútbol español: Vasilis Tsartas. En ese encuentro, el ex sevillista demostró todo su arsenal en las jugadas a balón parado: marcó una falta directa por la escuadra de la portería de Casillas y lanzó el córner y el golpe franco de los dos siguientes tantos helenos en aquel choque.

Pero por suerte para el Málaga, el mayor peligro ofensivo de su rival en los octavos de la UEFA ya no milita en el AEK. La crisis del fútbol griego se ha llevado por delante al mejor futbolista del equipo dirigido por el yugoslavo Dusan Bajevic. A principios de este mes de diciembre, el presidente del conjunto ateniense, Harilaos Psomiadis, comunicó al representante de Tsartas la rescisión de su contrato, ya que el club no podía soportar la enorme carga de la ficha del futbolista, que ascendía a 1,2 millones de euros anuales.

Pese a todo, no se puede considerar que el conjunto blanquiazul vaya a ganar sin bajarse del autobús, porque en Atenas siguen quedando varios futbolistas de cierto nivel. Entre ellos, destaca el punta Nikolaidis, posiblemente el futbolista más peligroso de los helenos. Los de Martiricos también deberán prestar atención al lateral zurdo Georgatos, que militó en el Inter de Milán, o al costarricense Walter Centeno.