La compleja sentencia de la Audiencia Nacional para el caso Atlético ha sembrado la confusión en el club. Mientras Jesús Gil considera que él es el legítimo presidente, en Señales de Humo (SDH), la única asociación opuesta a su gestión que funciona en este momento, las cosas se ven de manera muy diferente. "El fallo deja muchos cabos sin atar y el propio Gil juega al despiste comportándose como si nada hubiera sucedido, pero está claro que él ya no es el dueño del Atlético. El club pertenece ahora a los pequeños accionistas y el Consejo de Administración tiene que convocar una junta general de accionistas", afirma José Luis Domínguez, presidente de SDH.
El Atlético está obligado por ley a convocar una junta de accionistas al año y Domínguez cree que no lo hará antes de Navidad: "La de 2002 ya la convocaron el 30 de diciembre y, si de Gil depende, ahora hará lo mismo y así nadie podrá moverle del cargo en todo el año. Nuestro abogado ya está buscando soluciones, pero lo suyo sería que la Audiencia le obligara a convocar una junta extraordinaria porque el actual Consejo de Administración es ilegítimo y no representativo".
Según su presidente, SDH ya controla número suficiente de acciones como para poder acceder a la junta: "El mínimo son 248 y ya nos han cedido la representación de bastantes más. Nada más conocer la sentencia, comenzamos a movernos. El problema es que las alrededor de 12.000 acciones que no poseen Gil y Cerezo están muy repartidas y casi nadie tiene más de 20. Creo que en breve agruparemos unas mil. Lo que tenemos claro es que el pequeño accionista no está con Gil. Él, cuando vio venir la sentencia, empezó a intentar comprar acciones. A mí mismo vinieron a ofrecerme el triple de su valor por las mías. eso sí, tenía que firmar un documento en el que aseguraba que su gestión me había parecido correcta. Supongo que alguna habrá conseguido así".
Por último, Domínguez envía un mensaje a Jesús Gil: "Si tanto quiere al Atlético, que convoque una junta, responda ante ella y, si así se decide, que se vaya. Si, según él, no ha pasado nada, ¿por qué dice que hay que reducir gastos? Su permanencia no hace más que perjudicar al club. Esta inhabilitado, condenado y la afición está harta de él, pero quiere aprovecharse del Atlético hasta el final".
