Alessandro Nucorini ha encendido la mecha de las sospechas españolas ante la semifinal que Italia y España disputarán hoy en Caserta. El excentrico técnico italiano está utilizando todas las armas a su alcance para ser campeón continental, como humillar al jugador nativo italiano al llamar a 10 brasileños nacionalizados. Tras el partido ante Rusia dijo que la UEFA ha preparado el torneo para que gane España o que ucranianos y españoles se pusieron de acuerdo para el triunfo de los nuestros.

Este aspirante a deportista puede que no se pare aquí e intente provocar durante el partido a Javier Lozano y Daniel en busca de desestabilizar al rival que más teme, al que no le deja soñar con la gloria de verse en lo alto del podio europeo.

Ante Rusia saltaron algunos aficionados a la pista tras el gol de Italia y la caída de una valla publicitaria que contenía a los afionados. Por eso se teme que pueda haber invasión de campo de los tifosi pase lo que pase, o sea gane uno u otro. Todo ello ha llevado a la Real Federación Española de Fútbol a solicitar oficialmente a la UEFA garantías de seguridad, por lo que el partido ha sido catalogado de alto riesgo.

Antipatía. Lo que nadie puede asegurar es que el organismo internacional pueda poner freno a algo que podía preveerse de antemano, máxime con un técnico que echa gasolina al fuego como es Alessandro Nuccorini, que no levanta simpatías ni en su país.

España está avisada, Lozano también y todos esperan que impere la cordura y que el partido se desarrolle por cauces deportivos. El ambiente será infernal, algo lícito para los intereses de los italianos siempre que los cauces sean deportivos. La Selección saldrá con la inteción de no entrar en las provocaciones y de ganar para jugar su cuarta final.

La UEFA castiga a Nuccorini

A última hora y analizadas las declaraciones realizadas por el polémico seleccionador italiano, Alessadro Nuccorini, la UEFA tomo la decisión de imponerle un partido de sanción, por lo que no se podrá sentar en el banquillo esta tarde para dirigir a sus selección en la semifinal que disputará ante España, y una multa económica de 3.000 francos suizos. Todo ello, como consecuencia de su intento de calentar el partido.