El AEK es su vida y a él le dedicará el resto de sus años. Nikolaidis tiene previsto colgar las botas después de la Eurocopa, por lo que el Atlético será su última etapa como futbolista en activo. Demis nunca se fue definitivamente del AEK, aunque la afición helena lloró su marcha al Vicente Calderón. Sin embargo, el delantero antes de vestirse de rojiblanco selló casi con sangre su regreso al AEK y lo hará para reflotar una nave endeudada a la que quiere dirigir como presidente.
El desembarco de Nikolaidis en el AEK se lleva madurando desde hace meses. Él y un grupo de empresarios (médicos, banqueros, ex presidentes del club griego...) esperan que esta semana la compañía inglesa ENIC, propietaria del 72% de la entidad helena, dé el OK a la oferta que hicieron para adquirir sus acciones (300.000 euros, más un plus por cada temporada europea).
Demis ha dirigido los movimientos desde Madrid mientras aportaba sus goles al sueño europeo atlético. El jugador quiere presidir un AEK solvente para lo cuál ha tenido que resolver una deuda del club con la FIFA por un importe de 350.000 euros y lograr un nuevo contrato televisivo con la compañía holandesa NEMET, propietaria del 28% restante del AEK. Nikolaidis busca denodadamente esta salvación y confía, además, en la ayuda estatal mediante la Ley 44, por la que se pueda rebajar la deuda del club (cien millones de euros) en un noventa por ciento.
Hibic también ha colgado las botas
El de Nikolaidis será el segundo caso esta temporada en el Atlético de un jugador que se retira del fútbol en activo. Ocurrió hace unos meses con el bosnio Mirsad Hibic, inédito esta campaña y que decidió regresar a su país para dedicar su vida a la familia. Echaba de menos todo lo que le había quitado el fútbol profesional. Por cierto que Hibic recibirá un homenaje en el partido amistoso que hoy disputarán las selecciones de Bosnia-Herzegovina y Finlandia.
