Lino le da a España la decimosexta medalla

Atenas 2004 | Atletismo

Lino le da a España la decimosexta medalla

Lino le da a España la decimosexta medalla

El Jurado de Apelación resolverá hoy una reclamación de Jamaica

Joan Lino Martínez, el atleta cubano que juró respetar la Constitución y recogió su pasaporte español el pasado mes de julio, pasó minutos de "suspense" antes de validar el mejor salto de su vida y la medalla de bronce. Su segundo intento de la final, un salto de 8.32 ajustadísimo a la plastilina, disparó al competitivo Joan Lino hacia la zona de las medallas.

De esa zona ya había volado el primer puesto. Desde la ronda inicial, el oro estaba en las manazas del tremendo Dwight Phillips, que hizo 8.59 en su primer intento. Con esa marca ya no pudo nadie. En estos momentos, Phillips, a quien en la adolescencia una moto fracturó las dos piernas, parece inaccesible para el resto de saltadores. El nuevo campeón olímpico no entró por un puesto en la final de los "trials" de Estados Unidos... en 100 metros. Marcó 10.16 y se quedó en semifinales. Pero había afinado la velocidad para la prueba de longitud: con 10.16 en 100 se salta muchísimo.

Medalla con suspense. Mientras el asturiano Yago Lamela, con dos saltos nulos y uno de 7.98, no pasaba a la mejora, rumbo al décimo puesto definitivo, Joan Lino sudó tinta para firmar la medalla, que fue de plata hasta el quinto intento del estadounidense James Moffitt (8.47). El jamaicano James Beckford casi también le pilla (8.31). Los jueces chequearon escrupulosamente la huella del ex cubano en su salto de 8.32, y los rusos, británicos y jamaicanos reclamaron oficialmente. La de los dos primeros países quedó rechazada de inmediato, y queda por resolver la apelación de Jamaica, que será estudiada hoy.

Con todo, la medalla era de Lino, de su hija, Selene, y de su madre, la cubana Hortensia. Y de Juan Carlos Álvarez, claro. Su ex compatriota Pedroso, cuatro veces campeón mundial y medalla de oro en Sydney, terminó séptimo con un mejor salto de 8,23.