"No hay duda sobre la validez de los resultados sobre Armstrong"

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"No hay duda sobre la validez de los resultados sobre Armstrong"

El médico de los laboratorios que han revelado la presencia de EPO en las muestras de orina del estadounidense, aclara también que los análisis se hicieron en "el marco de unas investigaciones científicas".

Jacques de Ceaurriz, director del laboratorio que detectó la presencia de EPO (eritropoietina) en 1999, afirmó que "no hay ninguna duda posible sobre la validez del resultado", aunque los análisis hayan sido realizados cinco años después de haberse tomado las muestras.

"Nosotros no tenemos ninguna duda sobre la validez del resultado", declaró Ceaurriz, director del Laboratorio Nacional de Detección de Dopaje de Chatenay-Malabry. Ceaurriz aseguró que, aún en el caso de que las muestras se hubiesen estropeado, "o sea, que la EPO se degrade y se vuelva indetectable, la proteína permanece en buen estado".

El Laboratorio Nacional de Detección de Dopaje Chatenay-Malabry, con sede en París, descubrió en el año 2000 el método que permitía detectar, a través de un análisis de sangre y otro de orina, la presencia de EPO (eritropoietina).

De doce positivos, seis serían de Armstrong

Según el diario parisino, seis muestras de orina pertenecientes a Armstrong, que ganó seis etapas en la edición de 1999, arrojaron resultados positivos. El médico reveló también que los análisis, dados a conocer hoy por el diario francés "L'Equipe", se hicieron en "el marco de unas investigaciones científicas".

En 1999 el test de orina de la EPO no existía. Fue a partir de abril de 2001 cuando la Unión Ciclista Internacional (UCI) comenzó a utilizar un nuevo método para la detección de la EPO. El carácter meramente experimental del test, y el hecho de que no exista la posibilidad de un contraanálisis, impiden que la justicia deportiva pueda sancionar al corredor de forma retrospectiva.

Las muestras estaban congeladas y conservadas en el laboratorio Chatenay-Malabry, a la espera de el Comité Olímpico Internacional (COI) homologase el llamado "método francés".

El rotativo francés fue, también, quien, en enero de 2001, publicó también que una jueza francesa, Sophie-Helene Chateau, había ordenado analizar las muestras de orina de los corredores del US Postal, que tenía a Armstrong como jefe de filas, tomadas durante la anterior edición del Tour.

Un anónimo inició la investigación

En noviembre de 2000, la Fiscalía de París abrió una investigación por presunta "infracción de la ley relativa a la prevención del uso de productos dopantes", tras recibir una carta anónima que informaba del uso de sustancias prohibidas en el US Postal.

El anónimo llegó a la Fiscalía después de que la prensa se hiciese eco de unas declaraciones de un equipo de televisión de la cadena "France 3", que dijo haber observado en varias ocasiones, durante el Tour 2000, a dos individuos bajar de un coche del US Postal y tirar a la basura bolsas de plástico con compresas y envoltorios de medicinas extranjeras.

A partir de ese momento, Armstrong amenazó con no disputar más ediciones del Tour -prueba que ganó en siete ocasiones consecutivas (1999 a 2005)- si se continuaba poniendo en entredicho la limpieza de su victoria.

Lucha contra la EPO desde el año 2000

La batalla por atajar el consumo de EPO comenzó el 28 de agosto de 2000, día en que la Ejecutiva del COI aprobó la realización de controles para la detección de la EPO durante los Juegos de Sydney, que comenzaron pocos días después.

El COI decidió que las pruebas combinasen un análisis de sangre, cuyos parámetros fueron elaborados por un laboratorio australiano, y un análisis de orina ideado por el laboratorio francés.

Siete meses más tarde, a finales de marzo de 2001, la UCI puso en marcha esos controles. En agosto de ese año, unos análisis revelaron la presencia de EPO, por primera vez, en la orina de un ciclista: el danés Bo Hamburger.