En el primer kilómetro de la etapa de ayer, Jesús Rubio (fotógrafo de AS) le ofreció una copa de champán a Menchov para tener la imagen del brindis final. Denis se la bebió de un trago y estampó el vaso contra la calzada. Gesto de cosaco, de la tierra que le vio nacer, Orel, 350 km al sur de Moscú. Gesto simbólico quizás. Se cumplió un objetivo, la Vuelta a España, rompió con él y ahora va a por el Tour.
Denis Menchov (25-1-1978) ganó el Tour del Porvenir en 2001, con 23 años. Dos después era undécimo en el Tour y maillot blanco de mejor joven. Echávarri, que le tuvo muchos años en el Banesto, pronosticó que acabaría ganando un Tour. Leonardo Piepoli hizo la misma apuesta este año en Cerler. Lo tiene todo para conseguirlo. Es bueno en la montaña y en la contrarreloj, tiene sangre fría, una gran visión de carrera, experiencia (ha corrido siete veces el Tour), vive y se cuida para el ciclismo. Sólo le falta creérselo.
"El Tour es una carrera totalmente diferente a las demás. Es la que más he preparado y en la que más decepciones me he llevado. No sólo tienes que llegar en tu momento óptimo de forma, todos los detalles deportivos y extradeportivos tienen que ser favorables", cuenta Menchov, que se ha llevado cuatro palos tras aquel prometedor éxito del 2003. En 2006 acabó sexto (quinto tras la descalificación de Landis), ganó una etapa en Pla de Beret, pero falló en los Alpes cuando apuntaba como uno de los máximos favoritos.
Diez rusos han ganado etapas y dos se han subido al podio
Diez ciclistas rusos han sumado 20 victorias de etapa en la Vuelta, pero sólo dos subieron al podio: Pavel Tonkov, en 2000, y Denis Menchov, segundo en 2005 (luego primero por la descalificación de Heras) y ganador este año. Ambos son los rusos más españoles. Tonkov se casó con una madrileña (Daría) y vive en Majadahonda. Menchov se casó con Nadia, vive desde hace once años en Mutilva, al lado de Pamplona, y sus tres hijos nacieron aquí. Se ha hecho al estilo de vida navarro, pero sigue siendo tremendamente reservado. Baste una anécdota: cuando en 2001 ganó el Tour del Porvenir, Echávarri convocó al equipo para celebrarlo. "No puedo ir, José Miguel". "Cómo no vas a ir si la carrera la has ganado tú". "Es que tengo una boda". "Será más importante la boda de un amigo que celebrar tu triunfo con el equipo". "Es que el que me caso soy yo", le dijo Menchov, quien ya estaba en Rusia y no había dicho nada a nadie.
