En una entrevista con la agencia Reuters, el abogando canadiense Dick Pound, aún presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), a modo de despedida de su cargo, acusó sin contemplaciones al español Juan Antonio Samarach, ex presidente del Comité Olímpico Internacional, de mirar para otro lado en los asuntos de dopaje para proteger los intereses propios del COI.

Según denuncia ahora Dick Pound, quien trabajo en su día como vicepresidente del COI con Samarach, "nunca estuvo interesado en este asunto". "Durante su mandato no había medios para buscar nuesvos métodos de detección, ni facilitó a las federaciones internacionales la posibilidad de hacer ese trabajo. Metió el dopaje bajo la alfombra".

Las relaciones entre Pound y Samarach fueron tormentosas, o al menos así las veían algunos de los amigos directos de Juan Antonio. Por ejemplo, hace unos años, André Guelfi, quien fuera dueño de la firma francesa Le Cop Sportif, escribía en pleno escándalo por los casos de corrupción en los Juegos de Salt Lake City, que "Samaranch nunca debió dejar que Pound negociase los derechos de televisión él sólo", indicando que el canadiense era un problema. Pound quiso suceder a Samaranch, pero perdió ante Jacques Rogge.

En las mismas declaraciones a Reuters, el presidente de la AMA sostiene que la creación de la Agencia es el resultado del gran escándalo del equipo Festina en el Tour de 1998, ya que para entonces la credibilidad del COI (Samaranch fue su presidente hasta 2001) y de las federaciones estaba dañada y se necesitaba un organismo creíble.

Dick Pound debe abandonar su puesto en la AMA el próximo 31 de diciembre. Jean François Lamour, ex ministro de Deportes francés, parecía el indicado para sucederle, pero ha retirado su candidatura al conocer que también se presenta a la elección el australiano John Fahey. Para Pound lo más importante es "conseguir que la Agencia sea totalmente independiente en esta lucha contra el dopaje".