A286 días de la ceremonia inaugural de los Juegos de la XXIX Olimpiada, el 8-8-08, en Pekín (Beijing para los anglosajones), la probabilidad de la suspensión, traslado o eventual cancelación de algunos eventos ha crecido hasta altos niveles de alerta. A estas alturas, sólo restricciones especiales garantizarían la normalidad de los Juegos.
Tras advertencias constantes de las Comisiones Médicas de Federaciones Internacionales (IAAF, atletismo, y UCI, ciclismo), la polucionada realidad del aire de la capital de China Popular, donde residen 15 millones de personas, golpea estos días directamente al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, y a todo su equipo más distinguido de asesores y supervisores.
Para mayor problema de los organizadores chinos, cuyos portavoces tienen prohibidas las declaraciones oficiales por teléfono, Rogge, su séquito y los jefazos del Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (UNEP) se agrupan estos días en Pekín, en la VII Conferencia Mundial sobre Deporte y Medio Ambiente... justo cuando las condiciones medioambientales van peor que en ningún otro momento del año.
Sólo en el día de ayer, la bruma, fog o neblina de polución redujo la visibilidad a menos de 200 metros, obligó a cerrar autopistas y provocó decenas de retrasos y cancelaciones en el Capital International Airport.
Medidas.
Suspensiones, retrasos y quizá cancelaciones o traslados es lo que ya plantea el mismo Rogge tras darse de bruces con una situación así: "El tiempo se le puede estar agotando a la organización y, si no se garantizan las condiciones del aire a los competidores en ciertas pruebas de atletismo y ciclismo de larga duración, estas pruebas podrían ser postergadas y reprogramadas. La salud de los atletas debe ser respetada por encima de todo", declaró a la CNN el presidente Rogge, cirujano ortopédico.
"El uso extendido del carbón como combustible, la localización geográfica de la ciudad y el aumento incesante de vehículos de motor ralentizan la mejora de la calidad del aire en Pekín... lo más preocupante es la facilidad con que finas partículas de aire polucionado pueden colarse en los pulmones de los atletas en esfuerzo", declaró Erik Falt, director del UNEP. Agrega Falt, de Naciones Unidas: "China nunca se comprometió a un calendario sobre polución cara a la fecha de los Juegos, y el resultado es que, desde 2006, los marcadores de partículas de dióxido sulfuroso, monóxido de carbono y dióxido de nitrógeno no paran de crecer".
Paul Samuelson, Premio Nobel de Economía, vaticinó: "El problema para el mundo llegará cuando los chinos cambien bicicletas por coches". El Comité Organizador de los Juegos asegura haber gastado 12.300 millones de dólares en trabajos contra la polución, pero atletas españoles que han trotado por las calles de Pekín se vieron con "mocos ennegrecidos y la boca tapada". EE UU plantea concentrar a sus equipos lejos de Pekín. Fondistas como Deena Kastor ya anticipan el uso de mascarilla. Quedan 286 días...
