El italiano Marco Confortola ha regresado del infierno blanco y helado del K2 con graves congelaciones en los dedos de los pies, pero como uno de los escasos supervivientes de la catástrofe. A sus 37 años, ha vuelto a nacer. "Todos mis compañeros han muerto; sólo nos hemos salvado tres", aseguró ayer a través de la página de Internet www.evk2cnr.org, perteneciente a una sociedad alpinista italiana. "Ahora me encuentro en el Campo Base, feliz por estar vivo", según recogió ayer la BBC en su edición digital.

Confortola quedó atrapado en la avalancha que se produjo al desprenderse un gran bloque de hielo en las cercanías de la cumbre del K2, una vez que ya había alcanzado la cima, de 8.611 metros. Un helicóptero del ejército pakistaní fracasó en su intento de rescatarle. Estaba nevando y las condiciones meteorológicas eran peligrosas para el vuelo.

Un grupo de montañeros lo ayudó en el descenso y, aunque la bajada era muy lenta, debido a su mal estado de salud, consiguieron llegar al Campo Base, situado a 4.900 metros de altura. Allí, Confortola recibió oxígeno y ayuda médica.