Suspendido el rescate del montañero Óscar Pérez

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Suspendido el rescate del montañero Óscar Pérez

Suspendido el rescate del montañero Óscar Pérez

El mal tiempo paraliza al equipo que acudía en ayuda del alpinista

Pocas veces he tenido que tomar una decisión tan difícil. Seguramente les habrá pasado lo mismo a todos los que estaban participando en las tareas de rescate de Óscar Pérez, atrapado en la montaña desde hace diez días. Suspender las tareas de rescate ha sido dictado desde la razón, no con el corazón, antes de que tuviéramos un percance aún más grave debido al mal tiempo que comenzó ayer. Pero en realidad ya no podíamos ganar la partida. A veces las montañas nos hacen sentir toda su fuerza, nos desnudan y nos muestran nuestra vulnerabilidad.

Pero permítanme que les cuente cuánto he aprendido en estos días tan duros, en medio de tanta pesadumbre, y ahora de tanta tristeza, y de qué forma me he enriquecido. He descubierto que tenemos a jóvenes duros y fuertes y resistentes, callados, prudentes y valientes que hacen hazañas alpinísticas impensables hace pocos años. De ese grupo formaban parte Óscar y Álvaro Novellón y también los que han volado desde España para acometer un rescate al filo de lo imposible. También los norteamericanos que desinteresadamente y sin preguntar se portaron como caballeros otorgando el aspecto más noble a la palabra montañero.

He descubierto que a pesar de lo mucho que critico al Gobierno, a este y los otros, el presidente Zapatero ha tenido un gesto de los que le redimen a uno con la clase política, he aprendido también, una vez más, lo bien que funcionan todas las personas que trabajan en la embajada española en Islamabad. He aprendido que la solidaridad sigue siendo el cemento de unión de una sociedad madura y eficiente. Y, sobre todo, he descubierto a Noelia y Silvia, la hermana y la novia de Óscar, que nos han dado ánimos en los momentos más difíciles. Ellas fueron el motor que nos ha mantenido en marcha. Todo eso he aprendido de la muerte de un montañero. Descansa en paz, Óscar, en el mejor sepulcro del mundo.