El informe de la Comisión de Evaluación valora de forma positiva los temas de infraestructuras y aspectos económicos de la candidatura de Tokyo 2016, aunque expresa su preocupación por la falta de apoyo popular al proyecto japonés, donde pudieron comprobar en su visita cierta falta de claridad en lo relativo a la construcción de los recintos de competición.

Así, el COI destaca el deseo de la candidatura nipona de aprovechar el legado de 1964 con un énfasis en el aspecto de sostenibilidad y de la regeneración urbanística, resaltando el modelo compacto en lo relativo a los lugares de competición, que estarían todos, excepto el de tiro, en un radio de ocho kilómetros del centro de la capital.

Esto, indica el informe, está potenciado por la red de transporte público de Tokio, "extensa y de alta calidad", aunque se advierte sobre posibles problemas de tráfico alrededor de las áreas de la Villa y el Estadio Olímpico.

Los evaluadores señalan también el compromiso del Gobierno japonés en el tema económico, con la puesta en marcha de una reserva de 3,7 billones de dólares, y el compromiso de cubrir cualquier déficit del comité organizador.

Entre los puntos negativos, el COI expresa su temor "por el relativo bajo nivel" del apoyo popular, y que durante su visita, hubo una "falta de claridad" al percatarse de que muchas de los lugares que aparentemente estaban construidos, en realidad no lo estaban, loq que podría crear "implicaciones en las comunicaciones y el legado". Además, también se preocupa por "el tamaño de la superficie disponible para la construcción de la Villa Olímpica".

Finalmente, la comisión relata en su informe que en lo relativo a las plazas hoteleras, que éstas sólo cubren para el periodo entre la Ceremonia de Apertura y Clausura, y que en el caso de no aumentarse, los clientes que tuviesen que llegar antes se enfrentarían a unas tarifas sustancialmente altas.