¿Cómo han llegado los internacionales?

—Son gente joven y hay que esperar que puedan solventar estas dificultades. Pero no lo debemos poner ni como excusa. Eso sí, hay una razón para temerlo un poco, porque nosotros veníamos de jugar diez partidos con buenos resultados y en Santander, después de un par de partidos internacionales, se torció nuestra racha y empezó nuestro calvario, al menos en cuanto a juego y a resultados. Eso nos hizo mucho daño.

¿Se puede plantear un partido contra el Barcelona en sólo 24 horas?

—Nuestra estabilidad no la conseguiremos hoy en 45 minutos de entrenamiento, los hábitos buenos o malos no los cambiaremos en ese tiempo.

¿Verán algún vídeo del Barça?

—Hay detalles del Barcelona y singularidades que los jugadores deben conocer porque no los tienen otros equipos. Seguramente el sábado, antes del partido, veamos algún vídeo.

¿Detecta una tensión especial en sus jugadores?

—No creo y no me gustaría que así fuese. Esta no es la única batalla que libramos para ganar todas las competiciones. La victoria o la derrota nos dejarán 48 horas felices o amargas. Nada más que eso.

Se habla de los pitos, del ambiente del Camp Nou, ¿le preocupa la presión que se van a encontrar?

—El factor campo y la presión del público condicionan, pero el clamor del público influye más en el árbitro que en los jugadores, por muy justo que quiera ser el colegiado. Esto no se produce por una voluntad consciente, pero mediatiza las decisiones del árbitro.

¿Es peor el Barça sin Rivaldo?

—Es un jugador genial, de los que deciden, pero no encuentro grandes diferencias del Barcelona pasado al actual, no son diferentes en la sustancia, aunque tanto Rivaldo como Luis Enrique han sido muy importantes en la vida del Barcelona de los últimos años.

Figo y Ronaldo regresan al Camp Nou y sufrirán una presión añadida, ¿hablará con ellos?

—No creo que tenga una conversación especial con ellos, no es necesario. Si ellos pensaran que no están capacitados lo normal es que fueran nobles y lo dijeran, pero eso no va a ocurrir.

El sábado volverá a contar con Figo, Zidane, Raúl y Ronaldo. El francés no se fija en la banda izquierda, que queda desguarnecida para que suba Roberto Carlos, ¿no provoca eso un desequilibrio táctico?

—Cuando vino Zidane, podíamos quitar a uno de arriba y disminuir nuestro potencial atacante o sacrificar a uno de la banda izquierda. Fue lo que hicimos, adaptamos a Zidane y nos ha dado resultado, él ha salido beneficiado en esa posición y el equipo también. Esa asimetría la hemos ido cubriendo con el medio centro, Cambiasso, ahora; esa basculación la hemos hecho bien. Es un riesgo que se asume, pero pienso que está compensado por los problemas que puede crear al equipo contrario la posición de Zizou.

¿No cree que las críticas que reciben Cambiasso y Makelele se producen porque no dan abasto con tanto trabajo?

—Es uno de los puntos a corregir. Figo por ejemplo, y no me gusta dar nombres propios, y otros jugadores por delante del balón tienen que tener la conciencia de que deben ayudar al equipo y creo que la tienen, aunque en algún partido se distraigan. El rendimiento de ellos depende de ese equilibrio.

Da la impresión de que en el Real Madrid sólo Raúl presiona al equipo contrario.

—Es imposible que presionemos 90 minutos los 60 partidos de la temporada. Quien pretenda eso va en contra del rendimiento del equipo.

Si Raúl presiona a los defensas, ¿por qué no lo hace Ronaldo?

—También habría que pedírselo a Ronaldo, pero la presión no debe ser individual, sino colectiva.

¿Hay malestar entre los jugadores que se sacrifican más?

—No lo he detectado, me quedo con las imágenes de cuando Ronaldo mete un gol y cómo se le abrazan todos.

¿Está Ronaldo al 100%?

—Ronaldo es un ente aislado dentro de un equipo. Nadie puede pretender que participe todo el rato del juego, hay veces que él se aisla porque es un ser aislado. Yo creo que no vamos a jugar mejor porque esté Ronaldo, el resto del equipo va a jugar bien o mal pero no por culpa de Ronaldo. Él se encarga de materializar el buen juego del resto del equipo, pero no vamos a jugar mejor por él. Sí jugaremos mejor cuando intervengan Raúl o Zidane, o cuando la gente del medio campo elabore bien el juego, e igualmente defenderemos mejor cuando lo haga el resto del equipo, no Ronaldo.

Brasil jugó para Ronaldo y metió dos goles. ¿Por qué no lo hace el Madrid?

—Sí lo hacemos, nos adaptamos a sus características. Pero hay dos puntos fundamentales: primero, que exista el movimiento; luego, que si el movimiento se produce alguien le pase el balón. Si no hay movimiento es imposible que se la den. Todo viene a través del conocimiento. Anelka era un jugador ideal para ese tipo de juego y no cuajó.

¿No le parece que el Madrid toca demasiado antes de llegar arriba?

—Sabemos que el juego en largo es la mejor forma de romper la presión, pero sin esos jugadores y tocando mucho hemos salido de la presión y se ha avanzado en las competiciones.

¿Es difícil motivar a las estrellas?

—No es difícil. Un jugador en la frontera de los 30 sabe qué es lo mejor. Y tiene dos opciones: vegetar o espabilar y acabar su carrera lo mejor posible. Pasa igual en los partidos: hay jugadores que aparecen al final y son recordados por eso, a veces sólo se recuerda el final.

Dicen que el Madrid es un equipo poco entrenado.

—Eso es algo que yo he generado con mi proceder, con mi mensaje de que lo primero son los jugadores. Ese mensaje se ha simplificado tanto como el "salgan y diviértanse" de Molowny, ha quedado como algo gracioso que nos ha hecho daño. Sin una organización de juego es imposible que un equipo se sostenga. Otra cosa es que seamos más o menos flexibles. Hay algunos entrenadores que se creen que lo saben todo y ese no es mi caso.

Quizá sea el caso de Van Gaal...

—Ojo, yo no soy la antítesis de Van Gaal, ni mucho menos, aunque hay quien piensa que Van Gaal es la libreta y yo soy el papel de estraza. Me gusta el orden pero no voy a ir en contra de las características de los jugadores.

¿Percibe a Zidane como el jugador preferido por la afición?

—Es un tío tan correcto que cuando hace algo bonito no se recrea mucho y parece que pide perdón a quien se lo ha hecho. Pero yo tengo preferencia por los 25 de la plantilla.

De aquel Madrid en el que usted jugaba, ¿habría algún futbolista con sitio en este equipo galáctico?

—Cunningham, Juanito o Santillana podrían jugar en este equipo, por no hablar de Pirri, Velázquez o Grosso.