Subcampeón mundial Sub-20 con España y dos dianas con Cataluña ante Ecuador. ¿Es un aviso de que usted es el delantero goleador por el que suspiran los técnicos del primer equipo del Barça?

No, no es un aviso para nadie. Yo estoy para hacer mi faena en el campo, que es meter goles y trabajar para el equipo. Y ya está. Sé que a partir de ahora, estos días, va a abrirse un debate sobre si tengo que jugar o no. Pero no voy a ponerme nervioso. Pienso seguir trabajando como lo he venido haciendo hasta ahora.

Suponemos que sabe que Frank Rijkaard y Txiki Begiristain, entre otros, estaban en la grada la noche del domingo. ¿Cree que ahora pensarán de manera diferente? ¿Se ha reivindicado ante ellos?

No considero que tenga que reivindicarme ante nadie, y menos ante Rijkaard. Hace tiempo que el míster ya sabe cómo es mi juego y lo que puedo dar como futbolista. Sí que es posible que con lo de la selección Sub-20 y los dos goles ante Ecuador haya ganado más puntos para tener una oportunidad. Pero, ya digo, lo que tengo que hacer es seguir en esta línea, trabajando como cada día y ganarme su confianza. Entonces, Rijkaard decidirá si tengo que jugar o seguir como hasta hoy. Lo que sí tengo claro es que voy a ponerle las cosas difíciles.

¿Qué sensaciones tuvo la otra noche, en el Camp Nou, jugando con Cataluña?

Pichi Alonso me dijo que saliera a hacer lo que sé. Nada más. Hubo muchas ocasiones para los dos equipos, pero nosotros dispusimos de más y supimos materializarlas. Personalmente fue maravilloso, un sueño, marcar dos goles en el estadio.

Jugó 89 minutos ante el Sevilla, pero sigue actuando semana a semana con el filial azulgrana en Segunda B. ¿Es muy diferente hacerlo con el primer equipo?

Desde luego, porque son dos categorías de distancia. En lo que no encontré mucha diferencia fue en jugar en el primer equipo del Barça o con la selección de Cataluña. Son todos grandes futbolistas y, con su calidad, todo se te hace más fácil en el campo.