Good bye! Mr Agassi

Good bye! Mr Agassi

Andre Agassi (29-04-1970) dijo adiós ante su público, y tras caer ante el desconocido alemán de apellido ilustre Benjamin Becker, a veintiún años dedicados en cuerpo y alma a la raqueta. Como era de esperar la emoción embargó al otrora rebelde bad kid de Las Vegas, que agradeció entre sollozos el apoyo incondicional recibido a lo largo de su dilatada carrera deportiva.

Se va un genio. Precoz primero y maduro después. Pero con una brillantez indiscutible. El tenista de origen armenio -su padre cambió el apellido familiar de Agassian a Agassi al emigrar a los Estados Unidos y representó a Irán como boxeador en las olimpiadas de 1948 y 1952- pasó su infancia y su adolescencia golpeando bolas siete días por semana. Con dos años recibió su primera raqueta y a los dieciséis arrancó su andadura por el circuito profesional con el visto bueno de Nick Bolletieri.

Hablamos del tenista más completo de la historia, con permiso de Borg, Connors, Lendl, McEnroe, Wilander, Sampras y compañía, hasta la llegada del actual número uno. Un prodigio de coordinación, potencia y puntería milimétrica. Y probablemente del que mejor ha sabido compaginar su profesión con la lícita tendencia por disfrutar de la (buena) vida. Un jugador que inclinaba los partidos a su favor con sólo saltar a la pista. Metiéndose al público en el bosillo en sus comienzos y por su condición de leyenda después. Y que apostó siempre por mandar en cada punto. Con constancia e imaginación, independientemente del rival. Agassi ha movido siempre a sus oponentes de un lado al otro de la cancha. Hasta extenuarlos y espatarrarlos. Sin piedad alguna, pero desde el mayor respeto.

Y lo hizo con el pelo largo y sin él. Porque tras afeitarse la cabeza y divorciarse de la bella Brooke Shields, Agassi pareció encontrar -junto a la fiel Steffi Graff- la cuadratura del círculo: sumar al equilibrio emocional, la experiencia y el elixir de la eterna juventud. Lo que acabó por alargar más si cabe su enorme carisma.

Agassi deja tras de sí un palmarés envidiable, con 60 títulos individuales (8 de Grand Slam, 1 Copa Masters, 1 oro olímpico, 17 Masters Series y 33 ATP Tour), uno de dobles junto al mítico Petr Korda y más de 25 millones de dólares en premios. A ello hay que sumar que es el único tenista masculino que ha conseguido ganar los cuatro grandes (Grand Slam de carrera) desde el Grand Slam -los cuatro títulos cosechados en el mismo año- conseguido por Rod Laver en 1969. Y con la medalla de oro olímpica de Atlanta'96, conseguida ante Sergi Bruguera, puede presumir de un Golden Grand Slam (de carrera).

Una trayectoria impecable -pese a los rumores sobre el presunto silencio de la ATP tapando un positivo- que se queda en nada al compararse con la influencia de su juego en el tenis actual y su recuerdo en los aficionados. Los cinco minutos de ovación del público de la Arthur Ashe y el apoyo recibido en el vestuario por sus compañeros como fiesta sorpresa lo demuestran. Good bye!, Mr Agassi.