Previa de la temporada NFL-2016 de los Green Bay Packers

Lo realmente importante es que Rodgers vuelva a reirse

Los Packers dan miedo. Pero bien pensado, ¿hay algún año que los Packers no lo den en pretemporada? Sin embargo, esta vez es especial. Simplemente porque el año pasado jugaron maniatados, con una venda en los ojos y afectados por un envenenamiento masivo; lo que en clave NFL significa que no pudieron contar con su receptor estrella, su mejor corredor estaba gordo como un ceporro y ni siquiera Aaron Rodgers rindió a su mejor nivel. Con todo, estuvieron a una prórroga de la final de conferencia.

Solo con pensar en la vuelta de Jordy Nelson, en que el régimen de Eddie Lacy haya sido tan milagroso como nos cuentan, y en que Aaron Rodgers recupere la sonrisa que tantas veces le faltó durante 2015, es complicado no imaginar a los Packers luchando por todo. Y más tras el fichaje de Jared Cook, que en los Rams siempre pareció un verso suelto, pero que puede ser ese tight end convertido en comodín que tanto echa de menos Rodgers desde que se quedó sin Finley.

De hecho, Cook es el único refuerzo en la agencia libre, para variar. En los últimos meses, Ted Thompson ha sido criticado con fiereza, incluso desde dentro de la franquicia, por su apatía en la agencia libre, pero no varió un ápice su política, que ya se está convirtiendo en ley en el equipo de Wisconsin. Aunque con Rodgers a los mandos es fácil ponerse chulo e intentar boxear con una mano atada. Empieza a circular la broma de que Goodell llama cada año a Thompson para rogarle que no se mueva demasiado en el mercado, porque desequilibraría la competición.

En el draft, después de una elección desconcertante en primera ronda, más por el nombre que por la posición, se dedicaron concienzudamente a tapar agujeros en la línea ofensiva y en defensa. Más protección para Rodgers y músculo en el front seven. Siempre con la añoranza de un middle linebacker que no llega nunca, pero también con la sensación de que la fórmula del bloque perfecto pasa por definir, de una maldita vez, cuál es la posición exacta en la que Clay Matthews se convierte en superhombre.

Las piezas están ahí y la máquina puede ronronear a poco que se ajuste. Un año más, el staff de los Packers, dudoso en las distancias cortas, no tendrá ningún complejo para trabajar a corazón abierto, a la vista de todos, mientras engrasa los engranajes. Los Packers lo tienen todo para aspirar al anillo, incluido un calendario más que benévolo. Aunque quizá, lo realmente importante es que Rodgers se ría, porque ese es el momento justo en el que a sus rivales se les hiela la sangre en las venas; el botón del pánico.

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Las tres claves del equipo por Rubén Ibeas

1 Aaron Rodgers hace milagros, pero va siendo hora de que su staff técnico no reste en los momentos en que el equipo ofensivo no encuentra soluciones. Ya quedó claro, el año pasado, que McCarthy no tiene plan B cuando el plan A se cae. Con Rodgers todo es posible, pero fallará algún día y el ataque tendrá que tener alguna variante para subir puntos al marcador.

2 Si la defensa es capaz de jugar al mismo nivel que el año pasado, los Packers van a tener la opción de llegar muy lejos. Puede que no sea una defensa TOP, sin embargo, en muchas fases del curso 2015, fue quien mantuvo al equipo. La secundaria ha mejorado una barbaridad y los jóvenes talentos empiezan a brillar. Incertidumbre en la posición de ILB.

3 El juego de carrera, y Lacy en especial, deben mejorar sus prestaciones respecto a la última temporada. Parece que la off-season le ha venido bien a Lacy y ha perdido esos pocos (muchos) kilos que le sobraban. Él es la pieza clave en el engranaje ofensivo para que Rodgers pueda encontrar espacios por aire. Otro año abusando del pase será peligroso.

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